En un mundo en constante cambio, donde las startups desafían a las grandes empresas, la adaptabilidad se vuelve crucial. Los casos de Android vs. Nokia y Netflix vs. Blockbuster ilustran cómo la falta de innovación puede llevar al fracaso empresarial. En este contexto, surge Lean Startup, un enfoque que promueve el aprendizaje validado, la iteración con el cliente y la experimentación científica para adaptarse a la innovación constante del siglo XXI.
El vértigo del cambio y las lecciones empresariales
Asusta el hecho de pensar lo rápido que se mueve el mundo. En 2009 Android sólo disponía de un 8,7% de cuota de mercado, en 2010 se hizo con el 33% de las ventas del mercado mundial, y en 2011 (sólo dos años más tarde) alcanzó el 50,9% del mercado mundial desbancando a la gigantesca finlandesa Nokia.
Es fácil hacer este análisis cuando hablamos de historia, pero es difícil innovar en el modelo de negocio, ni siquiera cuestionarlo, en el momento que está funcionando. El problema es que cuando deja de funcionar, a veces ya es demasiado tarde, cómo le ocurrió a Nokia.
También le podríamos preguntar qué les pasó por la cabeza a los señores de Blockbuster, cuando la pequeña “startup de streaming” Netflix, tuvo que abandonar los planes de salir a la bolsa debido a que estalló la burbuja de las puntocom y necesitada de capital acudió a la gigantesca corporación de alquiler de películas, ofreciéndoles el 50% de participación en su startup.
La arrogancia de las grandes compañías
En la planta noble la respuesta fue: “¿Por qué haríamos eso? Sabemos más sobre el negocio que vosotros. Si consigue ser un buen negocio, lo haremos nosotros mismos”. A día de hoy todos conocemos el final de la historia. El 23 de septiembre de 2010, Blockbuster declaró la bancarrota.
Y es que las grandes compañías son perfectos ejecutores de un modelo conocido, son muy buenos implementando lo que conocen y lo que saben, pero enormemente ridículos en lo incierto.
Si no que se lo digan al sector TELCO con la aparición sin duda de uno de los grandes desarrollos del siglo XXI, WhatsApp, un “chat” de mensajería instantánea que competía con la propia red del sector. Un “chat” que fue adquirido por Facebook en 2014 y que se incorporó de forma nativa en las nuevas versiones de Android, el sistema operativo de Google, que actualmente dispone del 90% de cuota de mercado, en tan sólo diez años.
Más terrible todavía es cuando las startups son colaborativas. BlaBaCar, una plataforma para compartir coche en los desplazamientos con otros usuarios. BlaBlaCar, continua con muchas causas pendientes en el momento más convulso del negocio de las licencias de transporte en España, pero de momento, sigue a la cabeza con una importante cuota en el mercado del transporte de autobús.
Y es que la industria terrestre del transporte también está sufriendo la innovación tecnológica desde el lado que no gusta. Pero ya no se trata tanto de quien tiene la tecnología. Sólo el dpto. de IT de Marriot es casi más grande que la plantilla de Airbnb, pero a día de hoy, la plataforma de alquiler turístico entre particulares, tiene mayor valor de marca que Marriot y amenaza de cerca al grupo Hilton.
Agilidad y adaptabilidad: La clave del éxito en un mundo cambiante y competitivo
¿Tiene sentido? Si claro. En un contexto donde se enfrenta lo predictivo y lo adaptativo, la ventaja competitiva la tiene el que es ágil, porque en muchas ocasiones lo importante no es tanto la tecnología como la gente nos pensamos, sino la acumulación de usuarios que se acostumbran a ella.
La ventaja de la adaptabilidad empieza a ser estremecedora, donde ya “no es el grande el que se come al pequeño, sino el rápido al lento”. Todos estos casos reales de startups han encontrado un modelo adaptativo basado en un nuevo enfoque. Y es este enfoque, este nuevo cambio de hacer las cosas, esta nueva forma de construir negocios, la forma en definitiva de pensar, a lo que se denomina Lean Startup.
Conclusión
Por lo tanto, la aparición de Lean Startup ha cambiado el panorama empresarial al destacar la importancia de la adaptabilidad en un mundo en constante cambio. Este enfoque ágil y centrado en el aprendizaje validado, la iteración con el cliente y la experimentación científica se ha convertido en la clave para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades en el siglo XXI.
